A diferencia de su antecesor, el modelo T, el Ford A –lanzado en 1928- contaba con un pedal de embrague y una transmisión mecánica de 3 velocidades. El cambio se hizo necesario por cuanto el T había perdido popularidad y ya no era práctico para la época. Agregó además amortiguadores Houdaille de doble acción, mejorando su andar. Con su motor más poderoso alcanzaba –e incluso superaba- los 100 km/h. Por la misma razón, todos tendrían llantas de rayos, eliminándose las de madera. Muchos accesorios se convertirían en estándar para el modelo A, como el velocímetro, medidor de combustible, iluminación del tablero, luz de freno trasera, y chapa de arranque con llave.

El Ford A se ofreció inicialmente en sólo tres colores, gris, verde y negro. Posteriormente se agregarían una serie de colores y alternativas en cuanto a tipos de carrocerías, desde convertibles hasta camiones, pasando por sedanes y camionetas.

La principal diferencia entre los modelos 1928 y 1929, fue la inclusión de una manilla exterior en las puertas para los modelos abiertos, como éste. Diferencias más importantes existirían con los modelos posteriores de 1930 y 1931, por ejemplo la forma del radiador y el tamaño de las llantas, que pasaría de 21 a 19 pulgadas.

El modelo de la foto es un Roadster Standard, con capacidad para cuatro pasajeros al abrir su asiento exterior, que –como opción- reemplazaba al portamaletas. De este modelo se produjeron 191.529 unidades el año 1929.