Una vez finalizada la segunda guerra mundial, los grandes fabricantes de automóviles de Norteamérica se vieron forzados a continuar comercializando los últimos modelos que alcanzaron a fabricar antes de entrar en el conflicto bélico, ya que durante éste fueron obligados a cambiar radicalmente el tipo de producto que acostumbraban a fabricar por uno de interés bélico. Ford no fue la excepción, y con modestos cambios en la mascarilla y motor, los autos de postguerra eran modelos 1942 modificados y embellecidos para su uso civil. No obstante, la línea de modelos volvía a incluir una interesante gama de carrocerías de acuerdo a las nuevas necesidades e intereses de los norteamericanos.

Así Ford reintrodujo su afamada familiar, con más del 50% de su carrocería fabricada en delicadas maderas nativas. Para esto Ford se valía de sus tierras ubicadas al norte de Michigan, las que incluían grandes bosques de arces, abedules y tilos. Todas estas especies eran parte del material usado en la construcción de los vehículos, y así había sido desde los tiempos del Ford T. Luego de un secado en hornos especialmente diseñados para esta función, las carrocerías recién barnizadas eran transportadas vía camión o tren hasta las plantas de montaje, donde eran unidas a los chasis que las esperaban.

El motor es un V8 de 3.920 cc y 100 hp. De este modelo se produjeron 8.912 unidades el año 1948.