André Citroën, quien había sido ingeniero jefe de Automóviles Mors, inició su propia firma de engranajes en 1913, un hecho conmemorado en el emblema de la marca. Posteriormente puso en práctica sus conocimientos de producción masiva norteamericana, al comenzar a fabricar automóviles en 1919 junto a Jules Salomon. El primer auto era un 4 cilindros de 1,3 litros, con embrague cónico y llantas de disco. Ya en 1921 produjo 10.000 autos. Recién en 1925 se masificaron las carrocerías metálicas en la línea, al hacerse más baratas las patentadas por Budd. A fines de la década, Citroën ya producía autos en Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. Sólo la fábrica de Inglaterra sobreviviría a la década del 30, centrándose la producción en el país de origen, Francia.
El modelo C6 surgió como una alternativa de 6 cilindros, 2.442 cc y 45 hp, con transmisión de 3 velocidades, bobina de encendido, servofrenos y alimentación por gravedad. Alcanzaba los 100 km/h. Este modelo, junto a los autos 4 cilindros, fue fabricado hasta 1932.
En el año 1928 el embajador de Francia en Chile trajo al país lo máximo de la tecnología francesa, el C6 Six. Después de varios años de uso oficial el diplomático dejo el país y el auto fue transferido a un funcionario de la embajada quién lo mantuvo en su poder por más de 50 años sin modificarlo y con excelente mantención. Su actual dueño sólo pulió algunos detalles de pintura y retapizó sus asientos en cuero negro.