Para 1929, Chrysler ya era una de las tres grandes, y había sobrellevado la gran depresión reduciendo costos, aunque sin hacerlo en investigación y desarrollo. Esa decisión se pagó en 1933, cuando fue la única empresa cuyas ventas superaron las de 1929.
Chrysler pretendía en 1934 celebrar sus 10 años en grande con el lanzamiento del nuevo y aerodinámico diseño Airflow para sus marcas Chrysler y De Soto. Los directivos de la primera sin embargo prefirieron mantener al menos uno de los modelos de líneas convencionales del año anterior, que sería el Chrysler Six, modificándole apenas el capot. Su decisión resultó correcta, dado que el Airflow no fue del todo del gusto de los compradores, y se debió repetir para 1935 con el modelo Airstream.
El Chrysler Six de 1934 se fabricó en dos plataformas, con 117 y 121 pulgadas entre ejes respectivamente. Ambas usaban un motor de 6 cilindros en línea de 3.959 cc con válvulas a la culata, que desarrollaba 93 hp, y una transmisión de 3 velocidades. El modelo ofrecía también una de las primeras y mejores –para su tiempo- suspensiones delanteras independientes con resortes espirales, y un sistema de frenos operados hidráulicamente. Una característica especial del Six son sus ventanas laterales, que incluyen las de venteo y bajan en conjunto.
Este auto fue adquirido por nuestro recordado socio Guillermo Alcalde el año 2000, y su restauración terminó un año más tarde.